Leucemia Viral Felina
La leucemia viral felina es una enfermedad crónica provocada por un retrovirus, que provoca deterioro del sistema inmune del gato (inmunodepresión), infecta las células del sistema inmunitario, dañándolas o destruyéndolas, dejando al gato expuesto a una amplia variedad de enfermedades o infecciones secundarias.
Enfermedad contagiosa
El contagio principalmente es a través de la saliva o secreciones nasales, en momentos como el acicalamiento o compartir comedero o bebedero. Mordeduras, contacto con orina o heces de un animal infectado también representan un riesgo. También es posible que la infección se transmita de la madre a los cachorros durante la gestación o a través de la leche materna.
No todos los gatos expuestos al virus llegan a enfermar, cuando su sistema inmune es capaz de evitar la infección. El contagio a personas no se presenta ya que se trata de un virus específico de los felinos.
El virus no sobrevive fuera del cuerpo del gato, de modo que es imprescindible estrecho contacto con el animal infectado.
Los signos de la enfermedad
Los gatos enfermos por lo general manifiestan fiebre, letargia, pérdida de apetito y de peso. También son comunes los signos relacionados con enfermedad respiratoria o gastrointestinal. Es frecuente padecer varias enfermedades al mismo tiempo.
Anemia se presenta en el 25% de los afectados por la leucemia y en el 15 % la complicación es cáncer, siendo el más común el linfoma.
Calidad de vida
La leucemia viral felina es una enfermedad crónica muy grave, pero como muchas otras enfermedades crónicas, con los cuidados adecuados podemos mantener al paciente estable con una buena calidad de vida. No hay tratamiento que sea capaz de eliminar la infección.
Pronóstico
Entre el 80 y 90% de los gatos infectados mueren entre 6 meses y 3 años de haber sido diagnosticados. Sin embargo, para aquellos gatos sin ninguna manifestación de la enfermedad al momento de ser diagnosticados como positivos, el pronóstico es más favorable.
Diagnóstico
El veterinario realiza habitualmente una prueba ELISA en el laboratorio de la clínica. Si esta aparentemente sano pero en un análisis de rutina resulta positivo, se debe repetir la prueba a las 3.6 semanas. Si continua siendo positivo sin signos de la enfermedad, significa que es un portador crónico. Puede tardar un tiempo un tiempo muy variable en desarrollar la enfermedad, a veces hasta tres años. Durante esta fase puede contagiar a otros gatos.
Vacunación
La mejor prevención contra la leucemia viral felina es evitar el contacto del gato con otros individuos infectados y, por supuesto, vacunar.
Desgraciadamente, ninguna vacuna tiene 100% de protección efectiva contra la infección, pero es muy recomendable en situaciones donde los gatos tienen un alto riesgo de exposición al virus.
Con gusto podemos aclarar cualquier duda en relación a la Leucemia Viral Felina.
Departamento Médico, Clínica Veterinaria Vista Hermosa